15/3/15

Dos dependientes



Al amanecer un supermercado canta con bobinas de hierros,
de imberbes empleados el supermarket,
plácidamente y acomodados, se llena.

Al amanecer el día un día llega a su término exacto,
uno tras otro apoyados en una estantería o en un mostrador
o en un ofertorio que llena las manos

...de nóminas.

Mi atardecer ha cumplido con los años instantes,
uno los soltó, los hizo volar, los vi pasar tras un carrito de hierros cincado
y un rojo los devoró por completo
haciendo bueno un día.

El amanecer, el atardecer nos dicen ciertamente nada
y la nada, se dijo que lo decía...
Esto es evidente un día, un día, un día y todos.

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