7/4/09

El poema de los martes

El otro día fui al supermercado. El otro día, ayer mismo. Entré y pensé en Manolo. Tenían un cartel en la puerta amarillo que decía: “Chuletas de cordero de lechal a siete noventa”. Entré y pensé en Manolo, dije: Voy a escribir un poema y cogí un carro.

Mercadona recomienda bandeja de Kiwi Zespri Gold de seis unidades en el pasillo de la fruta. Del estante al carro, del carro a mi cesta de la fruta de metal electrosoldado y bricomatado en Zinc. El kiwi es áspero, pequeño y Neozelandes.

El Kiwi tiene todas las vitaminas, favorece el tránsito digestivo y mi hija no puede probarlo hasta que cumpla al menos su primer año de vida.

El segundo artículo una lata de espárragos Cidacos calidad extra, peruanos, calibre grueso, entre nueve y doce unidades, no sé, ya se verá, no antes del dos mil doce, fin del consumo preferente. Para Txumari Alfaro los espárragos son buenos para las piedras en el riñón.

El carrito está casi vacío, mis kiwis y los espárragos. Quiero comprar unos Magnun after dinner pero los cogeré al final para evitar que se derritan. A parte de esto no sé que más comprar, me preocupo, dudo, golpeo con el carro la pantorrilla de una joven muy guapa, veo a un chico joven con un traspalé cargado de galletas estilo María pero de otra marca, me gusta el traspalé, es eléctrico y amarillo como el mozo que lo dirige.

Al final cojo un tarro de mostaza inglesa marca Guldens y los Magnum, creo que eso es todo por hoy. Solamente cuatro cosas pero no está mal, quizá mañana llene el carro para sentirme más feliz, por cierto se me olvidó coger las chuletas, ahora no sé que haré con la mostaza.

1 comentario:

Danilo T. Brown dijo...

arturooooooooooooooooooooooooooooooo
las cosas, date cuenta, lo que son las cosas