6/3/14

recuerdo.

El abuelo de Manolo se murió. Eso es así pero yo no sé cuando fue. Pero Manolo me lo contó y yo escribí de aquello y también de su abuela a quien se le aparecía por las noches San Antonio con el mismo aspecto que tenía en la imagen de su cabecero.
El abuelo de Manolo murió y él no lo entendió, tampoco yo entendía como podía disfrutar leyendo el Guardián entre el Centeno mientras mi abuelo estaba muy enfermo en otra habitación.
Él era un niño, pedimos dos pinchitos de tortilla, y le dijeron que su abuelo había muerto. ¿Cómo lo diría yo? Si hiciéramos un estudio minucioso de la mente de un niño los resultados serían concluyentes: los niños aprenden por asociación, les determina lo que ven, su entorno, lo que han conocido, las secuencias lógicas…
La explicación de un niño es poesía. ¡Qué balbuceas Arturo, cuándo los niños escriben poesía! Porque Manolo pensó que su abuelo no podía morir, su abuelo no era viejo que no usaba bastón. ¡Hay lo tienen un perfecto verso Alejandrino que bien podríamos encontrar en el bolsillo de Manolo!

1 comentario:

Anónimo dijo...

joder arturo, no sé qué decir

es un honor